Principio de buena fe contractual: Deberes de información y diligencia en contratos de compraventa
- Juridika Legal
- 12 jun 2023
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Descubre la importancia de los deberes de información y diligencia en contratos de compraventa para proteger tus derechos e intereses.
Introducción
El principio de buena fe contractual es un elemento fundamental en la celebración y ejecución de los contratos. En el presente texto, se analizará dicho principio en el contexto de un contrato de compraventa entre los sujetos A y B. Se abordarán dos aspectos clave: el deber de información, que implica la obligación de proporcionar información relevante y veraz, y el deber de diligencia, que requiere que las partes actúen con cuidado y responsabilidad en la celebración del contrato. A través de este análisis, se pondrá de relieve la importancia de estos deberes para el correcto funcionamiento de las relaciones contractuales y la protección de los intereses de ambas partes.
Principio de buena fe contractual
El principio de buena fe contractual encuentra su respaldo legal en el artículo 1.258 del Código Civil. Este principio establece que los contratos obligan a las partes no solo al cumplimiento de lo pactado expresamente, sino también a las consecuencias que, según su naturaleza, son conformes a la buena fe, al uso o a la ley. En otras palabras, las partes deben actuar de manera honesta, leal y cooperativa en todas las etapas del contrato, desde su celebración hasta su ejecución.
La buena fe contractual implica más que simplemente cumplir con las obligaciones contractuales de manera formal. También se requiere una conducta ética y transparente, basada en el respeto mutuo y la confianza. Esto implica que las partes no pueden esperar de su contraparte una conducta perjudicial para sus intereses, y deben evitar cualquier manipulación o engaño que pueda generar un beneficio indebido. En resumen, la buena fe contractual busca promover la equidad, la justicia y la lealtad en las relaciones contractuales.
Deber de información
El deber de información es un componente esencial de la buena fe contractual. Este deber implica que las partes tienen la obligación de proporcionar información completa, veraz y oportuna sobre todos los aspectos relevantes del contrato. La finalidad de este deber es garantizar que las partes tengan conocimiento pleno de las circunstancias que rodean el contrato y puedan tomar decisiones informadas.
En el caso específico del contrato de compraventa entre los sujetos A y B, el sujeto A tiene la responsabilidad de informar al sujeto B sobre la ilicitud del título de propiedad del inmueble. Esto se debe a que el título de propiedad se obtuvo de forma ilícita, lo cual puede tener implicaciones legales y afectar los derechos del comprador. Por lo tanto, el sujeto A está obligado a revelar esta información de manera clara y precisa, para que el sujeto B pueda evaluar adecuadamente la situación y tomar una decisión informada.
El deber de información también se extiende a otros aspectos esenciales del contrato, como los antecedentes de las partes, las condiciones del objeto de la compraventa, los posibles vicios del consentimiento y las obligaciones y derechos derivados del contrato. La información proporcionada debe ser suficiente para que la parte que la recibe pueda comprender plenamente el alcance y las implicaciones del contrato. Asimismo, es importante que la información sea brindada de manera oportuna, es decir, antes de la celebración del contrato o en un plazo razonable para que la otra parte pueda analizarla adecuadamente.
Deber de diligencia
El deber de diligencia es complementario al deber de información y se aplica cuando una de las partes no posee conocimientos o información suficiente sobre los elementos del contrato. En este caso, la parte que carece de dichos conocimientos tiene la obligación de realizar los esfuerzos necesarios para obtener la información pertinente y evaluar debidamente la viabilidad y las implicaciones del contrato.
En el ejemplo planteado, el sujeto B tiene la responsabilidad de actuar con diligencia y verificar la licitud del título de propiedad del inmueble. Aunque el sujeto A tiene la obligación de informar sobre la ilicitud del título, el sujeto B también tiene la responsabilidad de investigar y obtener la información necesaria para confirmar la legalidad de la propiedad. Esto implica realizar las consultas correspondientes en registros públicos, obtener asesoramiento legal o incluso solicitar a terceros expertos en la materia que evalúen la situación.
El deber de diligencia busca fomentar una actitud activa y responsable por parte de las partes en la celebración de contratos. Al actuar con diligencia, las partes tienen la oportunidad de evitar posibles problemas o fraudes y asegurarse de que las condiciones del contrato sean justas y equitativas.
Importancia de los deberes de información y diligencia
Tanto el deber de información como el deber de diligencia son fundamentales para garantizar la validez y la equidad en las relaciones contractuales. Estos deberes buscan proteger los derechos e intereses de las partes, evitando el abuso de poder, el engaño y la desigualdad de información.
El deber de información permite que las partes tengan acceso a la información relevante y necesaria para tomar decisiones informadas. Esto contribuye a la transparencia y la igualdad de condiciones entre las partes, ya que evita situaciones en las que una parte se beneficia de la falta de conocimiento o información de la otra.
Por su parte, el deber de diligencia promueve la responsabilidad y la prudencia en la celebración de contratos. Al exigir que las partes realicen los esfuerzos necesarios para obtener la información pertinente, se evita la pasividad y se fomenta una actitud proactiva en la protección de los propios intereses.
En conjunto, estos deberes contribuyen a la construcción de relaciones contractuales sólidas y equitativas, basadas en la confianza y la buena fe. Además, ayudan a prevenir la comisión de actos ilícitos y fraudes, al exigir que las partes actúen de manera ética y responsable en todas las etapas del contrato.
Conclusión
En el contrato de compraventa analizado entre los sujetos A y B, se ha determinado que el sujeto A tiene el deber de informar al sujeto B sobre la ilicitud del título de propiedad del inmueble. Sin embargo, esto no exime al sujeto B de su deber de diligencia, que implica verificar la licitud del título y obtener la información necesaria para evaluar adecuadamente la situación.
Tanto el deber de información como el deber de diligencia son pilares fundamentales del principio de buena fe contractual. Estos deberes promueven la transparencia, la igualdad de condiciones y la protección de los intereses de las partes involucradas en un contrato. Al cumplir con estos deberes, se fortalecen las bases de una relación contractual sólida y justa, basada en la confianza y la honestidad.
Es importante tener presente estos deberes en cualquier contrato que se celebre, ya que su cumplimiento contribuye a evitar conflictos, proteger los derechos de las partes y mantener la integridad y la legitimidad de las relaciones contractuales.
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